DANZAS BALINESAS TRADICIONALES
Wayang kulit, Topeng y Barong
Para empezar debemos decir que apenas hay documentación, sobre todo en Internet, de las danzas balinesas en general: lo que si encontramos son explicaciones de una de las más importantes, o al menos de las más conocidas: el Wayang Kulit. Todo lo que tenemos viene dado en las guías de viaje. Aunque sí nos cuentan el desarrollo de esta danza de una forma descriptiva y el funcionamiento de los objetos que la componen, no nos hablan de su filosofía y su verdadera razón de ser. Esa información la conocemos a través de textos sobre Asia e Indonesia. Se encuentran, las danzas indonesas muy generalizadas.
Los bailes y las representaciones teatrales son una parte más de los rituales religiosos balineses, cultura que pone de manifiesto la devoción que procesan hacia las divinidades.
Desde muy pequeños los niños son formados en el aprendizaje de las diferentes danzas balinesas siguiendo los movimientos de sus maestros y aprendiendo la riqueza del lenguaje manual y corporal, que va desde la cabeza hasta los pies pasando por los ojos y cejas. Esta enseñanza no es arbitraria y no se enseña de una forma gratuita (sin referirnos al dinero). El abhinaya es el título que engloba esta forma de expresión corporal. El objetivo que persigue es la trasmisión visual de una emoción. El abhinaya codifica especialmente la danza clásica india (Bharata-Natya) y convierte la larga variedad de gestos en algo tan sugerente que es plasmada desde formas de expresión artística como el teatro, la pintura o la escultura hasta la vida cotidiana.
Cada personaje que interviene en la danza tiene su propia personalidad y el bailarín a de aprender y asimilar los gestos característicos del personaje.
La mayoría se inspiran en el gambuh, danza semi-sagrada utilizada en las cortes javanesas hace más de 1.000 años. Se dice que una bailarina de gambuh que haya alcanzado la perfección en su baile podrá interpretar cualquiera de los más de 100 bailes existentes en Bali.
Aquí tenemos 3 de ellas:
Legong:
Es la máxima expresión del refinamiento de la danza balinesa. La coreografía se inspira en la literatura clásica javanesa y el repertorio del cual una buena parte ya ha desaparecido, integra varias historias. La más conocida de estas narra una antigua historia javanesa oriental en la que el rey Lassem rapta a la doncella Rangakesari, la encuentra en un bosque y la encarcela en su palacio. El príncipe Daha, hermano de Langkasari la encuentra y exige su liberación. El rey hace oídos sordos a los ruegos de la princesa y a las advertencias de un pájaro mítico -el condong, una de las tres jóvenes-y se entabla en un combate con Daha, quien cae en la lucha. En la obra sólo se representa una parte de esta historia en la que el rey se prepara para la batalla.
Esta danza es interpretada por muchachas cuidadosamente seleccionadas, cuya formación comienza a los cinco años y es muy excepcional que sigan bailando más allá de los 14 años. Antiguamente estas niñas eran elegidas entre las más bellas de las aldeas, la pureza de la danza exigía que las niñas no hubiesen llegado aún a la pubertad. La formación de las niñas se prolongaba durante varios años antes de llegar a la total perfección de los movimientos basados en posturas y gestos consecutivos (el abhinaya). Transcurrida esta edad y una vez finalizada su vida como bailarinas los príncipes retenían a las niñas en sus palacios como damas de compañía de la corte.
Este tipo de danza es interpretada por tres niñas. La representación comienza al ritmo de la música de una orquesta gamelan con el baile de introducción del condong (el pájaro mítico), la dama de la corte que da paso a las legong, dos bailarinas gemelas que realizan un baile idéntico perfectamente sincronizado, la perfección de la sincronización dicta que los movimientos han de ser similares al reflejo de un espejo.
Inspirada en una de las danzas del trance de sangahyang dedari, -del budismo, sangah- en la que dos niñas exorcizadas y poseídas danzan sobre la espalda de un hombre con los ojos cerrados.
La vestimenta de las bailarinas consta de unos ricos brocados dorados y fajas ajustadas a sus cuerpos, en la cabeza portan una corona con ricos adornos. Sus trajes se inspiran en los utilizados durante las danzas gambuh.
Es teatro de las máscaras que se representa como divertimento para el público con intención de hacer llegar al público enseñanzas morales recurriendo en ocasiones a la sátira. Los espectáculos son improvisados y poseen gran flexibilidad en la puesta en escena, están desarrolladas a partir de las danzas clásicas balinesas y se modifican de acuerdo al tipo del público al que vallan destinadas. Sus representaciones suelen tener lugar durante las ceremonias religiosas.
Durante el periodo de ocupación de las tropas japonesas en Bali las representaciones del teatro de máscaras fueron utilizadas ingeniosamente por los balineses para transmitir mensajes secretos a la población sin levantar las sospechas de las tropas invasoras. La máscara sigue teniendo esa finalidad (aunque sin pensar en el miedo política) hoy en día en este tipo de danza. Son de madera, papel o tela. Representan diversos personajes humanos o de animales con gran variedad de expresiones y personalidades que facilitan al público el conocimiento del carácter del personaje y la comprensión de la obra. (mascaras para distintas clases sociales???). Existe una colección completa de máscaras, hasta 40 diferentes. El personaje de ministro -el patih- que porta una máscara que le cubren todo el rostro -topeng keras- suele abrir los espectáculos al ritmo de una orquesta gamelan con una serie de bailes ausentes de lenguaje. A continuación entran en escena los personajes de los sirvientes que serán los auténticos narradores de las historias. Normalmente suelen ser cuatro actores. Sus máscaras -los bondre- dejan al descubierto la boca para permitirles hablar durante el espectáculo que irán improvisando en el escenario. Sus historias mezclan romances con hazañas militares e intrigas palaciegas donde aparecen héroes, reyes y amantes.
Antes de hablar de la última danza, el Wayang Kulit, tenemos que establecer unos conocimientos sobre el teatro de sombras.
Teatro de sombras: Los orígenes del teatro de sombras los encontramos en la India y en China, entre mitos y leyendas. Siempre enmarcado en el ritual y la ceremonia, sirviendo de vínculo entre lo sagrado y lo profano, entre los dioses y los hombres, aquí es donde entra el titiritero, que en India y después en Indonesia, era y es un hombre llamado Dalang. Es la persona elegida, considerada como un artista sacerdote, para representar las epopeyas en este tipo de teatro. Entra en contacto con el mundo superior y restablece el equilibrio entre las fuerzas negativas y positivas de la comunidad. Por otro lado a través de los mitos tiene la función de educar y transmitir valores al pueblo.
En china nos cuentan una leyenda que representa para los chinos el origen del teatro de sombras. Cuenta que el emperador Wu-Ti, había perdido a su mujer Wang, de la que estaba profundamente enamorado. Cuando muere Cae en la más completa apatía. Todos en la corte intentaban devolverle el gusto por la vida, pero nadie conseguía hacerle olvidar su tristeza. Aparece entonces Sha-Wong, que se declara capaz de hacer revivir a la bella Wang. Entonces, coloca al emperador ante una tela tendida entre dos postes y sobre la cual hace aparecer unas sombras de su amada. Habla con el emperador de recuerdos comunes. Hasta que un día el emperador olvida la promesa de no tocar la tela. Tira de la tela, descubre el montaje. El teatro de sombras chino es el único que incorpora decorados, mobiliario, plantas, palacios y animales, reales o fantásticos.
Las marionetas las fabrican con piel de búfalo. Al igual que en el resto de países, las representaciones tienen carácter sagrado, y los personajes representan a los seres del más allá. Son figuras muy estilizadas y caladas de distintos tamaños bellamente pintadas con colores vivos. Cuanto más caladas y más espacio ocupen en la pantalla, son mas importantes, representan un papel de rango social alto, incluso a un dios. Los personajes que se representan son héroes, princesas, dioses, gigantes, animales...
“Hubo un tiempo en que todos los muñecos fueron dioses, ancestros que vieron el origen del mundo para que se lo comunicaran a los mortales. Ellos vivieron como sombras y de sus propias sombras nació el teatro de sombras.”
La pantalla es de tela de lino y la luz que utilizan unas veces es de lámpara de aceite y otras, luz eléctrica.
La sombra representa, en casi todas las culturas, el alma como ente separable del cuerpo y capaz de sobrevivirlo, el espíritu de las cosas. Equivale a la magia, a los sueños, al subconsciente, a la muerte, al más allá, al alma, al espíritu. Sus formas inestables y siempre cambiantes son una invitación al juego imaginativo y creativo, una constante estimulación de la fantasía por sus posibilidades de insinuar. Es por ello que las sombras representan historias con una fuerte carga fantástica.
La sombra nos traslada a un mundo informe, en un plano intocable y por lo tanto inalcanzable no creado, en donde se reflejan nuestras pasiones, nuestros miedos, nuestras divisiones interiores.
Wayang Kulit:
Fue declarado Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO el 7 de noviembre de 2003.
No existe evidencia de que se practicara antes de la llegada del hinduísmo al Sudeste asiático, sobre el siglo I, pero sin duda reconoce raíces en la rica tradición oral de cuentos de la región. La llegada del hinduísmo significó una lenta adecuación de la cultura nativa: el sánscrito se convirtió en el lenguaje literario y cortesano de Java, y posteriormente de Bali. Se modificaron los libretos y temas representados para difundir la religión, tomando historias del Mahabharata o del Ramayana, estos poemas épicos, tradicionalmente basados en escritos del hinduismo, aún se siguen representando.
Son los dos temas más populares y comunes de este tipo de teatro de sombras.
El wayang no es un espectáculo en el sentido occidental, sino más bien un ritual: existe la creencia de que los asistentes a un wayang «están libres del mal» aunque se encuentren tan lejos del dalang que no alcancen a escuchar su voz.
La representación se efectúa de la misma forma que hemos mencionado antes en el apartado “El teatro de sombras”. Se desarrollaban tradicionalmente no sólo en la corte del rey o los palacios de la nobleza, sino junto a los templos, en casas de familia, en plazas e incluso en teatros.
Las marionetas tienen brazos móviles, y suelen construirse en cuero. las figuras son muy estilizadas y las facciones no pretenden representar características humanas de forma natural sino que expresan emociones subjetivas conteniendo elementos diseñados para transmitir personalidad por medios visuales, el pelo, los ojos, la boca, las manos, los dientes, el ángulo del cuello, la distancia de los pies, los colores, la postura, el tamaño…etc. cada elemento tiene un significado y transmite algo concreto según el tipo de personaje que se trate.
El intérprete, el dalang, se encarga de manejarlas, ponerles voz y dirigir al grupo musical, además debe conocer de memoria sus historias. Frente al dalang, paralelo a la pantalla, se ubican dos troncos de banano, uno pequeño y otro grande, donde se fijan las marionetas mientras no se utilizan. Las que representan a «los héroes» se ubican a la derecha, y los «malvados» a la izquierda. Cerca del dalang se ubica además un incensario (padupan) que se enciende al inicio de la función, y un recipiente (sajen) con ofrendas a los espíritus que pueden consistir en alimentos o flores.Las representaciones pueden durar varias horas, así que la capacidad de resistencia del titiritero ha de ser sobresaliente.
El Mahabarata, la más grande historia jamás contada, bosqueja elegantemente los ideales y filosofías hindúes y provee una riqueza de inspiración para dichas culturas. Las gentes de Bali y de Java, quienes adoptaron estos versos mucho tiempo atrás, combinaron las historias Hindúes con la filosofía Budista y sus propios conocimientos folclóricos
Destacan la Danza del Mono o Kechack, que figura entre las más atractivas y espectaculares y que relata una historia del Ramayana, acerca de cómo Rawana capturó a Sita y cómo la rescató un ejército formado por monos. La bailan al anochecer cien hombres, que trazan círculos concéntricos alrededor de una pista de baile mientras imitan los sonidos musicales de una orquesta gamelán. Los movimientos coreográficos son muy simples y se derivan de las danzas de trance. Un narrador relata un episodio de la epopeya Ramayana y, mientras tanto, el personaje citado en la narración, ocupa el centro de los bailarines. Cuando Hanuman, general de los monos, aparece en el escenario, los hombres simulan ser una familia de simios, acto del que procede su nombre.
La música: Para saber más sobre la música en Indonesia, es importante entender las varias influencias culturales que han formado eventualmente el país. Si bien en sus orígenes fue influida por los sistemas musicales de China, India e Indochina, su evolución es independiente y totalmente diferenciada.
La música de Indonesia no tiene sentido separada de la poesía o la danza Se suele afirmar que la vinculación entre la experiencia musical y la filosófica y religiosa de las sociedades indias, se articulan sobre el concepto de fluir permanentemente, el ritmo vital incesante. El arte es fruto de inspiración divina y, en el caso de la música, ésta es compuesta en incluso interpretada en un estado de gracia o trance, la persona que se encarga de ello en una representación teatral es el gamelan, del que ya hemos hablado. La vibración sonora conecta con el cosmos, porque el mundo se creo por una vibración; cuando los seres humanos alcanzan a producir vibraciones específicas se sienten partícipes de la acción creadora de la naturaleza, esto configura uno de los factores mas poderosos de crecimiento humano y realización personal.
BIBLIOGRAFIA:
-INTERNET:
-Haditjaroko, S: Ramayana (Indonesian Wayang Show). Ed. Penerbit Djambatan. Jakarta 1986
-Varios Autores: Música y artes escénicas de la India. Ed. Universidad de Valladolid. Valladolid 2004
-GARCÍA-ORMAECHEA, Carmen: Arte y cultura de India (Península del Indostán, Himalaya y Sudeste Asiático. De la A a la Z). Ed. Ediciones del Serbal 1998.
-Entrevista con Carmen García-Ormaechea. Profesora de Historia del Arte Asiático Oriental en la Universidad Complutense de Madrid.
María Carvajal Martínez
2º escenografía
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